Por Jesika Millano
Para AL DIA TODAY
SATELLITE BEACH —Todos los surfistas tienen una tabla mágica, una tabla que ocupará siempre un lugar diferente en el armario.
Para algunos, es esa tabla con la que perdie-ron el miedo al agua. Para otros, la que les acompañó en el primer “surf trip”.
Muchos la conside-ran sencillamente su tabla mágica porque es con la que atrapan las mejores olas.
Es raro no encontrar a un surfista que tenga una de estas tablas. Cada uno tendrá detrás de éstas una historia única, personal e intransferible. Incluso los ‘shapers’ se enfrentan a un dilema de difícil solución cuando un surfista llega a su taller y les pide que les repliquen “la tabla”.
Martín Jeri, uno de los mejores surfistas masters del Perú y de los más reconocidos shapers de su país, lo sabe. La tabla es una extensión de su cuerpo y aunque él fue fiel a una marca, desde 1998 creó su propio sello Jeri Surfboards, con el que diseña esta herramienta de acuerdo a cada tipo de ola y las condiciones en las que va a ser utilizada y por último, pero no menos importante, la habilidad y la destreza y conocimiento del tablista.
En su taller, ubicado en Satellite Beach, surge la magia. Esta leyenda del surf fabrica tablas hechas a medida utilizando la máquina CNC y materiales de alta tecnología. Le da curvatura y dimensiones de acuerdo a las peticiones de sus clientes, que en su mayoría son corredores experimentados.
“Surfeo desde que tenía ocho años de edad y fui campeón nacional en 1996. Además competí por mi país (Perú) en ocho campeonatos internacionales y desde el 98 me dedico a la fabricación de tablas de surf”, contó el ‘shaper’ de 54 años.
Asegura que su pasión por la tabla no fue hereditaria. “En mi familia nadie practicaba el surf. Todo surgió un día que me animé a practicar el deporte con un primo en la Costa de Miraflores; empezamos en la orilla del mar y poco a poco fuimos adentrándonos hasta que mi padre me compró mi propia tabla y empecé a interesarme por las competencias. Me fue gustando y me dediqué a esto”, subrayó Jeri.
Aunque, ya no se dedica profesionalmente al surf, asegura que hoy día lo sigue practicando porque, según él, es algo que no se puede dejar hasta el día en que Dios le dé fuerzas. “El correr olas es un estilo de vida de todos los tablistas y dejarlo es difícil porque tenemos hasta nuestro propio lenguaje y costumbres. Me encanta el mar y no podría vivir lejos de él”.
Vive en EEUU hace cuatro años, y desde hace tres trasladó su taller a este país. Asegura que junto a su esposa, quien es americana, decidió migrar por la inseguridad.
“Emprendí con mi marca desde cero en este país y si bien en Perú tengo mucha trayectoria como surfista y shaper, entrar al mercado aquí ha sido un proceso lento y difícil porque nadie me conocía. Al americano le gusta conocer la forma en que trabajas y una vez que lo conocen y ofreces un buen producto, te acogen”, añadió.
Desde Jeri Surfboards, ubicado en 408 Lighthouse Landing Street, Satellite Beach, Martin aspira seguir innovado con diseños únicos para surfistas experimentados.