Por Jesika Millano
Para AL DIA TODAY
MIAMI — Se mueven en herraduras de acero y sobre sus lomos cargan a Nelson Primus para echarse a andar, con paso fino, en cuanta competencia y feria equina hay dentro y fuera de Estados Unidos. Para este criador, cualquier momento es bueno para montar y más si se está en competencia.
Él, oriundo de Chile, conoce a la perfección cómo tomar por las riendas el mundo equino. Hace más de 30 años está inmerso en esta disciplina y su amor por los caballos lo lleva en la sangre.
“Mi pasión toda la vida han sido los caballos. De la misma manera que una persona se dedica a criar una mascota, para mi entrenar a un animal que un día no sabe absolutamente nada y convertirlo en una atleta que triunfa, es una de las cosas más increíbles en el mundo”, contó.
Su criadero Valparaíso Paso Fino, ubicado en 6445 SW 122 nd Ave, Miami, FL 33183, es como un fortín donde más de 30 caballos con el prototipo perfecto del paso fino colombiano reciben entrenamiento como atletas humanos y comparten también lujos como masajes, piscina y pesebreras amplias y ordenadas. Lo que comenzó como un hobby terminó como una industria años después.
“Antes tenía una compañía de antenas hasta que un día, cuando estaba manejando en Miami, vi de casualidad a unas personas montando caballo y me puse a hablar con ellos; desde entonces no pude salirme. Mi pasión siempre fue andar a caballo como aficionado”, conto Primus.
Los pasos finos de sus animales lo han llevado a participar en innumera-bles ferias nacionales e internacionales, pero depende a la que vaya elige sus mejores potros.
Primus fue miembro de la junta directiva de la FloridaPFHA entidad organizadora del Spectrum Internacional 2017 y durante 8 años perteneció a la Asociación de Caballos de Paso Fino de Florida.
Entre los equinos le-yendas que ha tenido el privilegio de manejar figuran ‘Capitán de La Vitrina’, campeón nacional en el 2002. Así como también una yegua llamada ‘La Noche de Valparaíso’, también campeona nacional y ganadora del prestigioso Spectrum durante tres años consecutivos. Además los caballos ‘Ensueño de La Corona’ y ‘Tormento de La Virginia’, un reproductor emblema.
“En este momento entreno 10 caballos y a cada uno le dedico una hora, por los menos para convertirse en un atleta y lle-varlo de cero a una competencia alrededor de dos años. A los 30 meses se empiezan a entrenar y entre los 3 y 4 años, cuando ya son un gran un caballo, comienzan a competir”, narró el criador.
Nelson, personaje de este mundo que hace aportes invaluables al desarrollo y mercadeo del caballo de paso fino, sostiene que esta labor demanda mucha disciplina y sacrificio. De lo contrario no se logran los objetivos. “Al animal hay que cuidarlo como si fuera un niño”, añadió.