By Elizabeth Pugo
For Al Dia Today
Con una maleta y 300 dólares que su novio le dio para que lo llamara, Cecilia Fiestas llegó a los Estados Unidos en1990, cuando salió de Perú y llegó a Miami para reunirse con su padre. Fue el inicio de una etapa nueva e incierta en su vida.
Desde entonces, han pasado más de 30 años. Actualmente, Cecilia está casada con Chuck Meachan, tiene dos hijos, es una trabajadora empedernida, vive dedicada al turismo y es más conocida como Cessy Meachan.
Como agente de viajes, ha recorrido casi medio mundo y sigue buscando retos. Ir a la Antártida es el siguiente, mientras supera la crisis por la pandemia del Covid que le dejó con grandes pérdidas económicas.
Ha viajado a unos 70 países; ha estado 27 veces en Italia y 11 veces en Perú. Desde su agencia de viajes Anytime Travel Solutions en el Downtown de Melbourne, cuenta, sonríe y recuerda cómo fueron sus inicios en Miami, donde experimentó el éxito, la deslealtad de los mejores amigos, quedarse sin nada y “comenzar desde cero.
Siendo muy niña perdió a su madre y creció con su papá y hermanos. Mientras esperaba que su padre consiguiera la visa para viajar a EE. UU., comenzó a trabajar en turismo, en Lima, la capital peruana. Su hermana le consiguió un puesto en una agencia y ahí comenzaron los primeros viajes, las reuniones y las primeras experiencias con los viajes corporativos.
“Desde que entré me enamoré; fue una vocación que definitivamente nunca dejé y son ya 38 años de empezar en esta industria”, dijo la empresaria.
Meacham tenía unos 23 años cuando arribó a Miami. Como la mayoría de migrantes que recién llegan, estaba desconcertada sin saber qué hacer. Un amigo empresario que conoció en Perú le propuso abrir una agencia.
“El negocio era completamente diferente y la experiencia que había logrado no me sirvió de nada”, dijo Maecham, al recordar a una amiga peruana, quien le ayudó. Así trabajó por unos meses y después continuó de manera independiente.
Necesitaba otro trabajo y no sabía inglés, así que tomó clases. Su profesor le sugirió trabajar como guardia de seguridad porque ahí no era tan necesario saber el idioma inglés.
Consiguió un puesto en una compañía de seguridad en el Puerto de Miami.
“La paga era malísima, pero yo le hallé el gusto”, recuerda.
En el puerto de Miami aprendió sobre los barcos, conoció a gente de inmigración y aduanas, a tripulaciones de barcos internacionales, aprendió inglés con griegos y filipinos y conoció grandes cruceros turísticos. Los dueños la querían y le permitían escoger dónde quería trabajar.
Años más tarde, por 1995, se enfocó a los viajes corporativos o viajes de negocios.
“Eran muy lucrativos, pero también muy demandantes”, dijo. “El pasajero de negocios necesita algo lo necesita ya y lo necesita perfecto.”
Cuatro años después, en 1999, abrió su primera agencia de viajes junto con dos socios y trabajó con grandes firmas en Miami. Fue una década de trabajo intenso, de muchos viajes y de explorar nuevos destinos.
En el 2006, con su esposo y sus dos hijos, llegaron a Melbourne, donde enfocó su trabajo al turismo de placer y así surgieron destinos como Italia, su favorito. Además, apostó por planear viajes solo para mujeres, inicialmente.
Una década después se quedó sin negocio por una discordia interna con una empleada.
En el 2015, su esposo también perdió su trabajo, pero ella decidió que no sería un año de malos recuerdos y propuso hacer un largo viaje con su familia. Visitaron más de 14 países y más de 50 ciudades de América y Europa.
Para Meachan ese año también fue espiritual, de reflexión y de buscar un propósito en la vida. Su vida, trabajo, familia, amigos, bienestar o comunidad giran en torno a ocho principios que ella llama F8 y los comparte en su blog f8journeys.com. Bajo esos conceptos busca una vida balanceada y ser agradecida. Adicionalmente hace donaciones a organizaciones como Charity Water (charitywater.org) que lucha para solucionar la crisis de agua en el mundo.
Ahora está emocionada con su nuevo reto: promocionar los atractivos de Croacia, mientras busca salir de la crisis por la pandemia.
“Ha sido una pérdida dramática emocional y financieramente”, afirma Meacham.
La mayoría de los viajes se planifican un año antes, por lo tanto, los expedientes que trabajó en el 2019 son para viajes programados para 2020.
“Todos se cancelaron”, dice. “Tuve que trabajar muchísimas horas para cancelar todo lo que había hecho”.
Meacham expresa su agradecimiento al condado de Brevard porque ayudó a los pequeños negocios y ella recibió ese apoyo dos veces. También ha recibido ayuda del Estado en préstamos. Comenta que el verano pasado se recuperó en algo el turismo y espera que en 2022 esa recuperación llegue al 80%.
Mientras tanto, sigue conociendo destinos turísticos. En 2021 viajó a Alaska, a las Islas Galápagos y Egipto, y ya cuenta los días para el esperado viaje a la Antártida, programado para el 12 de enero del 2023.
For more information, visit Meacham’s Web site at https://www.anytimebookings.com.