Por Georgina Cruz
Si alguien me pidiera que nombrara mi paraíso terrenal favorito, mi respuesta sería Tahití y sus islas Bora Bora y Moorea en la Polinesia francesa. Un archipiélago de 118 islas en los Mares del Sur, la Polinesia francesa es un sitio de una belleza natural increíble e impresionante, con lagunas de delicado azul, montañas majestuosas vestidas de verde, cascadas, puestas de sol ardientes y dramáticas, ambiente polinés y francés y “joie de vivre,” evidente en las sonrisas y calurosa bienvenida que las islas dan al viajero. El artista post impresionista Paul Gauguin vino a vivir por un tiempo en Tahití, y los novelistas James Michener y Herman Melville, entre otros han visitado a Tahití y sus islas, al igual que ricos y famosos como Julio Iglesias, Goldie Hawn, Pierce Brosnan, Jimmy Buffett y Bill Gates que han disfrutado de vacaciones en la Polinesia francesa.
“Estas islas me hacen sentir especial,” dijo Meghan Travis, una viajera de Palo Alto, California, mientras saboreaba un cóctel en la playa del InterContinental Tahiti Resort. “Nada mas mira a tu alrededor, y estas en un paraiso.”
Tahití es la isla mayor de la Polinesia francesa (cuenta con 651 millas cuadradas) y tiene dos partes redondas –como un número ocho—la mayor, más occidental, es Tahití Nui, donde se encuentra la capital, Papeete, y la menor, Tahití Iti, es más rural. El Istmo de Taravao conecta las dos partes. La isla cuenta con bellas montañas –entre ellas el Monte Orohena (elevación: 7,334 pies) y el Monte Aorai (6,738 pies) se pueden ver desde el centro de Papeete.
Papeete es cosmopolita y más concurrida que otras islas de la Polinesia francesa. Cuenta con un cuarto de la tierra de las islas y tiene unos 180,000 residentes o aproximadamente dos tercios de la población de las islas. Otra de las características de Papeete es su ambiente francés. Cuenta con un paseo junto al mar que recuerda a la Riviera, con vistas de yates de lujo, y es divertido sentarse en un café y ver
a la gente pasar. En las tiendas del centro se pueden comprar perfumes, modas y vinos franceses.
Centre Vaima en el Boulevard Pomare es un centro comercial de cuatro niveles llenos de boutiques y tiendas y un Museo de Perlas –las perlas de la Polinesia francesa son bellas y apreciadas. Otro imperdible en las compras es el Mercado Municipal (Le Marché), también en el centro con una gran dosis de colorido local polinéesio. Ubicado a una cuadra del Boulevard Pomare, entre rue du 22 Septembre y rue Francois Cardella, este inmenso mercado cubre 75,350 pies cuadrados. Vendedores vienen de toda la isla y a veces de otras islas a ofrecer sus productos aquí. Hay de todo a la venta: flores, incluyendo la fragante tiare de las islas; perlas; tallados; ropa tradicional; caracoles; café; frutas y vegetales; carnes y dulces, entre otra mercancía. Nosotros siempre compramos varias botellas de aceite de monoi (aceite de coco con la flor de tiare). Este aceite de monoi es lo que las mujeres polinesias usan en su bella piel y cabello.
Otro punto de interés en el centro es la Catedral de Nuestra Señora de Papeete. Consagrada en 1875 y restaurada en el Siglo XX, es una catedral católica en estilo gótico ubicada en la Plaza Notre Dame, en rue Jeanne d’Arc y rue General de Gaulle. Es un sitio tranquilo y lindo para descansar por unos momentos durante una gira por la ciudad y cuenta con vitrales y un tallado de la Virgen María y el Niño Jesús. A través de las eras ha sobrevivido un tsunami en el 1906, un bombardeo de la ciudad por los alemanes en el 1914, un ciclón en el 1983 y motines en 1987.
Atracciones culturales incluyen el Museo de Tahití y Sus Islas, en Punaauia, nueve millas al oeste de Papeete, con muestras históricas y culturales. Otros puntos de interés culturales incluyen el Arahurahu Marae, un templo polinés restaurado que se mantiene como un museo en Paea, 14 millas al oeste de Papeete; y la tumba del Rey Pomare V (el último rey de Tahití, quién abdicó a los franceses en el 1880) en Point Outuaiai en Arue.
En Tahití Iti, villas, playas, cascadas, marees (templos), sitios arqueológicos y cuevas con petroglifos llaman al viajero. Entre los puntos de interés se encuentran el Arahoho Blowhole, que parece una fuente natural en el mar, y el Punto Venus, donde el capitán británico James Cook observó el tránsito de Venus para estudios longitudinales en 1769 –cuenta con un faro de 110 pies de altura del Siglo XIX.
Combinar Tahití con una o dos de sus islas cercanas más famosas, como las joyas de Bora Bora y Moorea, es ideal para unas vacaciones relajadas y bellas. Unos días disfrutando de sus magníficos hoteles, quizás seleccionando unos con comodidades que incluyen bungalows sobre el mar y spas, y deleitándonos con cenas en restaurantes famosos como el Bloody Mary’s en Bora Bora, concurrido por ricos y famosos, y los del Four Seasons Bora Bora con vistas de montañas y hermosas puestas de sol, resultan inolvidables.
Y ahora para el 2023, se le puede decir “oui” a la Polinesia francesa más fácilmente pues la oficina de turismo de Tahití y sus islas, Tahiti Tourisme, ha anunciado una variedad de paquetes que incluyen pasaje por avión en Air Tahiti Nui, alojamiento y excursiones. Entre los 10 paquetes que se ofrecen hay uno que combina a Tahití y Bora Bora por $1,999 por persona, cupo doble incluyendo pasaje aéreo desde Los Ángeles o Seattle, alojamiento en hoteles de cinco estrellas y excursiones.
SI VAS – Para mayor información, visita www.TahitiTourisme.com. Bailarinas de Papeete reciben a los visitantes.