Por Dra. Gabriela Schaar Ford
Columnista Invitada
Palabras como productividad, calidad, eficacia y desarrollo potencial, han sido glorificadas, haciéndonos creer que el Universo tiene la responsabilidad de proveernos. Sin embargo, desear no trae la riqueza. Pero adoptar hábitos hacia el método en el que el deseo se convierte en riqueza, transformará a los soñadores en seres que desarrollan su potencial.
Cualquier persona razonablemente motivada, sin importar su tipo de trabajo o a que tipo de organización o industria pertenece, se beneficiará al practicar el método del DESEAR mediante implementar y tomar las siguientes acciones.
- Prepara una mentalidad para desear de manera claras y específica las metas que quieres alcanzar. Responde a las preguntas, ¿Por qué lo ambiciono? ¿Qué es exactamente lo que quiero?
- Determina con exactitud que estás dispuesto a dar a cambio de lo que verdaderamente deseas. No hay tal realidad como creer que obtengo “algo por nada.”
- Marca tu calendario, ¿cuándo pretendes lograr tu meta? Se responsable.
- Desarrolla un plan de prioridades, de implementación y de medida de resultados.
- Crea una estrategia financiera muy precisa, así como una agenda de implementación de tiempos.
- Lee tu plan previamente escrito en voz alta. Hazlo antes de dormir y al despertar ya que es cuando la mente inconsciente está más alerta. Léelo con un espíritu de ferviente deseo y como si todo tu plan estuviera sucediendo en el momento presente.
- Practica actividades físicas y mantén una dieta saludable.
Estos hábitos han sido probados y han comprobado la adquisición de riqueza y mejora del rendimiento de grandes líderes, cómo Andrew Carnegie, Thomas Edison y Henry Ford por mencionar a algunos. El ferviente deseo de ser o de hacer, es el punto de partida de cualquier soñador.